miércoles, 1 de noviembre de 2017

NUNCA OLVIDES TUS SUEÑOS


Hoy os traigo la apasionante historia de una chica muy especial que por fin consiguió cumplir su sueño.

¡Hola amores!
Hace unos meses cuando encontré la web de Dafni Girls no me lo podía creer. Lo que hace tiempo imaginaba, es decir, un lugar donde convertirse por unas horas en una mujer existía de verdad! Desde ese momento no dejé de visitar sus redes para ver las fantásticas transformaciones que hace, soñando ser algún día la protagonista de una de sus sesiones.
Mi gusto por la ropa de mujer viene desde niño. Recuerdo la maravillosa sensación de ponerme por primera vez unas medias de cristal, como las llamaban entonces, que eran transparentes y brillantes, teniendo una sensación de libertad y excitación como nunca antes había sentido.
Desde ese momento no he dejado de usar a escondidas ropa femenina, siendo las medias al principio, el eje principal de mi gusto por lo femenino. Pero poco a poco descubrí, que añadiendo unos tacones y un vestidito, la sensación de libertad era aún más maravillosa. Y es que, después de un día de estrés y trabajo en la oficina, llegar a casa, vestirme de mujer y convertirme en otra persona me hace olvidar todos los problemas.




Como muchas de nosotras, me gustan las mujeres y no los hombres. Admiro la belleza de la mujer y me gusta imitarlas para poder disfrutar de mi lado femenino. Jamas me he transformado completamente, nunca me he maquillado ni usado un pinta labios, o me he puesto una peluca, así que una transformación completa me producía cierto nerviosismo, pero la felicidad que sentía al imaginarlo superaba los nervios con creces.
Voy a contaros mi primera visita a Dafni Girls. Leer este tipo de relatos en su blog y ver las fotos de las preciosas chicas, hicieron que me animase a ponerme en sus manos y recorrer este nuevo camino. Espero que os guste.
Aprovechando una visita de negocios a Madrid, dejé un día libre para visitar el estudio de Dafni. Esa mañana durante el desayuno me acordé de mi llegada el día anterior en el AVE, en la que un montón de trajeados ejecutivos salíamos aprisa de los vagones. Esa escena aparecía en mi mente como desvaneciéndose, porque hoy deseaba olvidarme por unas horas de ese mundo masculino. Dejaría de ser él para por fin ser ella.
Faltan unos minutos para la hora de la sesión, me paro en la esquina y enciendo un pitillo para intentar relajarme. El bullicio de la calle me envuelve, un instante de arrepentimiento llena mis pensamientos, siento miedo o más bien no sé lo que siento, pero es muy intenso, por primera vez le contaré a alguien mi secreto.
Dejo de pensar y me dejo llevar, mi cuerpo comienza a caminar y ya no hay vuelta atrás. Llego al estudio donde los sueños se hacen realidad, Dafni me está esperando y me recibe con una hermosa sonrisa. Hablamos de mis gustos de mi lado femenino y luego me explica como haremos la sesión.
"Hablamos de mis gustos de mi lado femenino", repito esta frase porque para alguien como yo, que nunca se lo ha contado a nadie, el sentimiento de liberación que tienes en ese momento es casi indescriptible. Por primera vez en mi vida, mi otro yo, se atreve a salir del refugio de la mente, rompiendo el muro que le protege del miedo, porque sabe que quien tiene delante no le juzgará, si no que aceptará con total normalidad esta hermosa dualidad.
Al ser la primera vez, Dafni me propone tapar el espejo mientras me transforma en una mujer. Acepto y comienza a hacer su "magia" en mi rostro, mientras siento en mi piel un montón de nuevas y agradables sensaciones.
Yo suelo ser una persona reservada con los desconocidos pero Dafni irradia simpatía y confianza, y me pongo a hablar como una cotorra :D Al cabo de un rato todo está listo y sólo falta elegir la peluca. Como tenía ganas de sentirme rubia, me elige una media melena que irá perfecta con mi rostro redondeado.
Me coloca la peluca con cuidado, la peina y ya estoy lista para vivir por primera vez ese esperado momento. Cierro los ojos, destapa el espejo y al abrirlos aparece ante mí una guapa mujer, durante unos instantes no me reconozco, me miro y remiro, muevo los labios, giro la cabeza, acaricio mi melena y al fin me convenzo de que soy yo.
El cambio es espectacular y me siento maravillosamente bien al ver ese bonito rostro, que Dafni, con su arte, ha conseguido sacar a la luz. Una mezcla de felicidad y libertad inunda todo mi cuerpo, deseando parar las arenas del tiempo y congelar para siempre ese momento.
Pasamos al vestidor que está lleno de lo que más nos gusta, o sea montones de trapitos, y un ejército de tacones en perfecta formación, que me da la bienvenida al paraíso de las crossdressers. Dafni selecciona unos cuantos vestidos, la ropa interior y lo que me resulta más divertido, unos grandes pechos de silicona.
Con cierto nerviosismo comienzo a vestirme, me pongo la ropa interior y el sujetador con mis nuevos pechos. Nunca los había utilizado y la sensación de llevarlos puestos es extraña, pero muy placentera. Me pongo el primer vestido y ya estoy lista para comenzar la sesión de fotos.
Camino por el pasillo taconeando nerviosa, como si fuera la primera vez que me pongo unos tacones, y es que nunca antes había sentido una sensación tan plena de feminidad.
De repente me veo como una modelo mientras Dafni me enseña como posar. Al principio los nervios están ahí, pero rápidamente te metes en tu papel de chica guapa, porque Dafni a cada toma que va haciendo no deja de piropearte, y tu piensas "va, eso se lo dirá a todas" pero cuando te enseña en la cámara las fotos te quedas alucinada diciendo "pero si estoy muy mona" :D
Entonces los nervios desaparecen y me siento muy feliz. A cada nueva pose le acompaña una nueva sonrisa, mientras la mujer que hay dentro de mi sale sin complejos y las sonrisas se convierten en risas con cada gesto que practicamos. Es un momento mágico, y entre foto y foto no dejo de mirarme en los espejos para no perderme nada, disfrutando de mis nuevas uñas pintadas de rojo, mi melena rubia, mis pendientes, y ese vestidito corto que me queda tan mono y que hace que mis piernas se vean bastante bonitas.
Cambio de look y el vestido corto da paso a uno rojo más largo, es un color que me encanta y me gusta verme así. Me siento en el sofá mientras la cálida luz de la mañana inunda la estancia y de nuevo comienzan las poses y las risas. Me siento más mujer que nunca y estando así, tan "arreglada", valoro aún más el esfuerzo que hacen las mujeres por ponerse guapas y las entiendo como nunca antes lo había hecho.
La sesión termina con un look más divertido y atrevido, con una mini vaquera, una chupa de cuero y unas preciosas sandalias que fueron amor a primera vista. Dafni coloca un ventilador y siento como mi melena rubia se agita mientras se suceden las tomas. Me divierto un montón y ambas no dejamos de reír.
Me siento en la silla para comenzar el desmaquillado, la minifalda vaquera que llevo es muy corta y me río al ver mis braguitas reflejadas en el espejo, y comprendo lo difícil que es llevar una mini sin ir enseñándolo todo :D
Las algo más de cuatro horas han pasado tan rápido que parece que he llegado hace solo un rato. Ha sido una experiencia maravillosa e inolvidable, y que por mucho que la intente explicar solo la puedes entender viviéndola de verdad. Así que, si no has ido todavía, ¿a qué estás esperando?.
Dafni es un cielo de mujer, y desde el momento que entras por la puerta, sientes una confianza como si la conocieras de toda la vida. Te hace sentir a gusto con tu cuerpo, te encuentra la ropa adecuada y consigue de ti, con su cariño y amabilidad lo más importante que es ¡creérselo!.
Además de la felicidad de cumplir un sueño que creía imposible, esta experiencia me ha dado un "chute" de autoestima como nunca hubiera imaginado. Gracias Dafni.
Nunca olvides tus sueños, por más locos que sean. Los que crecieron contigo. Los que nunca creíste que sucedieran. Siempre apuesta por ti y confía en lo que late en tu corazón. Arriésgate y sé la protagonista de la película de tu vida.
Ahhh lo olvidaba, no os he dicho como me llamo, mi nombre es Connie, Connie Happy :)

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