La historia de Becca

Hola, mi nombre es Becca, tengo 30 años y quiero compartir un poco de mi vida, no sin antes mencionar que Becca escribe siendo ella misma, gracias a mi esposa DEISI (DRM). No sé cómo agradecerte, amor, por aceptar esta parte de mí. Sin tu amor y apoyo incondicional, nada de esto existiría, ni este espacio tan especial para nosotros, ya que hemos leído las experiencias de otras chicas que abren su corazón en este blog. Especialmente a Dafni, por crear este sitio y darnos la oportunidad de compartir nuestras experiencias y expresarnos aquí.

Soy el hijo de en medio, tengo una hermana 1 año mayor que yo y un hermano 6 años más chico. Desde que tengo uso de razón, siento una atracción por el maquillaje y la ropa femenina. Mi punto de partida comenzó con un labial. Yo era muy pequeño, pero al ver a mi mamá aplicárselo, sentí esa necesidad de querer aplicármelo también. Sabía que eso era exclusivamente para mujeres, porque me habían enseñado que los niños no hacen eso, y mucho menos usan vestidos. Recuerdo perfectamente que mi mamá salió de la casa y aproveché ese breve momento a solas para pintarme los labios. Ese fue mi primer contacto con el maquillaje y con lo femenino, y fue un momento especial, sentí como si el tiempo se detuviera, algo inexplicable. Después de ese momento, deseaba probarme un vestido de mi hermana, poder verme al espejo con él puesto, y ese momento llegó después de unas semanas. Fue un momento mágico, algo que me llenaba de paz y tranquilidad, algo que no podía comprender, el por qué tenía esa atracción.


Así pasaron los años, y mi vida fue hasta cierto punto "normal", en la que me vestía de mujer cada vez que me quedaba sola en casa con ropa de mi hermana y de mi mamá. En ocasiones temía que mis padres y hermanos llegaran antes a casa y se dieran cuenta de lo que hacía, pero amaba sentir esa sensación de tranquilidad, aunque fuera unos instantes. Pero no todo era color de rosa, ya que en mi etapa de adolescencia no lo disfrutaba del todo porque sentía una sensación de culpa, sentimientos encontrados, y me preguntaba: ¿Por qué me gusta? ¿Será que soy gay? A lo que yo mismo me respondía: "pero no me gustan los hombres". Es algo inexplicable, simplemente amo hacerlo.

Con el pasar del tiempo, tuve a mi primera novia y en realidad todo era normal en mi vida. Me gustaba todo lo que generalmente le gusta a un chico, pero en el fondo llevaba guardada a mi otra mitad, sí... a Becca. Jamás pensé en confesarlo ni mencionarlo a nadie, ni siquiera a mis parejas en su momento, hasta que conocí, hace 5 años, a la que actualmente es mi esposa, Deisi (DRM). Debo confesar que yo notaba algo especial en ella, me daba una confianza inexplicable cuando recién comenzamos a salir, y hubo un momento en el que pensé en confesarle que me vestía como chica, pero no me atreví porque temía que todo se acabara.

Hace dos años vivimos juntos, y hace aproximadamente un año las cosas no iban tan bien. Todo parecía ir mal, no encontrábamos el punto medio, y de repente nos alejábamos más el uno del otro en cada discusión (debo mencionar que en todo este tiempo no me vestía como chica, lo había dejado de hacer). Una noche, después de una discusión, mi esposa decidió irse a dormir con su mamá. Fue entonces cuando decidí decirle la verdad, mi verdad, sobre mi otra mitad, y se la confesé: cada detalle, cada momento, todo... absolutamente todo. Sentía que me quemaba por dentro, sentía mucho miedo, pero sin más, ella comenzó a preguntarme muchas cosas que honestamente no imaginé que haría. Yo le respondí a cada una de ellas, abriendo mi corazón, siendo por primera vez en mi vida 100% honesto con alguien, ya que jamás lo había dicho.

Con el paso de los días, ella me preguntaba: "¿Qué sigue?" A lo que yo respondí que quería mostrarle ante ella tal cual soy, que conociera mi otra mitad. Aún sentía ese miedo, esa sensación de incertidumbre. En ese momento, tenía ropa que había comprado hacía muchos años, pero no tenía maquillaje. Así que le pedí a mi esposa ir de compras, a lo que ella aceptó. Reconozco que ese momento fue hermoso, sí...con un ambiente serio, pero hermoso. Me ayudó sorpresivamente a elegir maquillaje, luego ropa interior, y me obsequió parte de su guardarropa, algo que sin duda me hizo sentir especial y reafirmo que doy gracias a Dios por haber unido nuestros caminos. Esa noche, incluso ella me ayudó a probarme un poco de maquillaje.

A la siguiente semana, fuimos nuevamente de compras y llegó el momento de la verdad: el momento en que mi esposa conocería a Becca. Ese momento llegó, fue un instante en el que ambos estábamos nerviosos. Yo tenía mucho miedo, muchas cosas pasaban por mi mente, algo de no creer. Pero con una copa de vino en mano, charlamos de todo un poco. Notaba que casi no me miraba a los ojos, pero entendía que esto no es sencillo, no es fácil. Yo mismo me sentía extraño.

Con el paso de las semanas, esa sensación de rigidez se fue atenuando. Estábamos más unidos que nunca. Ella me ayuda con el maquillaje y con la ropa que uso, y eso lo agradezco infinitamente, hasta llegar al punto de pensar en salir a la calle... algo impensable para mí.

Comentarios

  1. Que hermosa historia de amor, respeto y honestidad. 💕 Es tan lindo ser plenos en todos los sentidos y el aceptar a otra persona en todos los aspectos de emociones, sentimientos es algo tan hermoso y pleno. Felicidades Becca y muchos saludos a Deisi un ser de Luz a tu lado.

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    1. ¡Qué mensaje tan hermoso! 💕 Nos llena de alegría leer palabras tan llenas de respeto, amor y comprensión. Es cierto, la plenitud llega cuando aceptamos y celebramos a las personas que amamos en toda su esencia, emociones y sentimientos.

      Becca y Deisi están dando pasos maravillosos juntas, y es un honor para nosotras ser testigos de este tipo de historias que inspiran tanto. Enviamos un abrazo enorme a ambas, y agradecemos a personas como tú que reconocen lo especial y valioso de estas conexiones. 🌟

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    1. ¡Preciosa! ¡Que viva el amor! ❤️❤️

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