Mi lado femenino

Desde nuestra infancia se despierta parte de nuestra esencia, la inocencia, partes de una misma que formarán la persona en la que nos convertiremos, la que nos hará únicas y especiales. Formas de vida que nos acompañan en este camino para vivir la vida tan deseada.
Lo que sentimos, la realidad de cada una, lo que nos hace sentir bien.
Lo que sentimos, la realidad de cada una, lo que nos hace sentir bien.

Que disfrutéis leyendo, y no dejéis nunca de crecer...

Era un chico como muchos otros con 13 años, hacía deportes de chicos, iba siempre con amigos y empezaba a salir un poco pero tenía una necesidad interna muy femenina y no me atrevía a expresarla, sólo en mi cabeza pensaba lo bonita que era la ropa interior de mujer. Me gustaba mucho el encaje, los trajes de baño, el ruido de tacones, los andares, pero la cosa quedaba allí, en mis fantasías sexuales e imaginario por las noches entre las sábanas de la cama. Por una época pensaba que era homosexual (que no sería un problema) pero me di cuenta que no, a mí me gustaban las mujeres y sobre todo su ropa.

Un día, con 14 años, después de volver de la playa con mi hermana y una amiga suya mucho más mayores, me fui a la ducha y encontré el bikini de mi hermana en el baño en remojo para quitar la sal. La tentación fue más grande que el miedo, aún así estaba temblando y me puse la parte de arriba. Recuerdo que era de color naranja con aros y cierre, eran los años noventa y no eran de cordel como los de ahora. Me lo puse y me encantó sentir los tirantes en mis hombros, luego me miré al espejo no más de 5 segundos y rápido me lo quité, tenía entre miedo y sentimiento de culpa.

Ya no me probé nada en un tiempo pero la curiosidad atizaba, y con 14 años, así que cuando estaba sólo en casa hurgaba en el cajón de la ropa de mi hermana. Me gustaba mucho sentir el tacto de los panties y el satén de las braguitas y las camisolas. Como eran de mi hermana me daba mucho apuro así que lo deje estar una temporada, pensaba que era puro vicio y el sentimiento de culpabilidad me impedía probarme nada.

Ya con 16 o 17 me armé de valor y fui a unos grandes almacenes y me compré unos panties, la vendedora no paraba de hacerme preguntas y yo sudaba porque no sabía qué decir, solo balbuceaba que eran para mi novia y ni siquiera había dado un beso aún a una chica. 

Conseguí mi propósito, tener unos panties, y míos, ¡por fin! Aproveché para hacer la compra en agosto que estaba solo en casa para estar tranquilo ya que mi familia estaba de vacaciones. Me encantó enfundarme en esos panties, al igual que los tirantes del sujetador, me gustó sentir esa tela tan apretada, caminar con ellos, tocarme los muslos, tontear en la cama y mirarme en un espejo grande y contornear la cintura. Aún así volví a temblar.

Llegó la época de los foros de internet y contacté con gente que sentía lo mismo que yo y fue un alivio para mí, ya no me sentía diferente, ni un loco, ni un psicópata, sólo era un chico que quería descubrir su lado femenino, nada más.

Con el tiempo, a mi primera pareja formal que tuve no me atrevía a decírselo, sólo años más adelante, y no le parecía del todo bien. Ahora ya con cuarenta y pico, y con otra mujer, se lo confesé a los tres meses porque pensé, si quiero vivir con ella quiero que respete mis gustos.

Se quedó un poco sorprendida las primeras semanas pero lo ha aceptado. A veces compro con ella, aunque la mayoría lo pido por internet y tampoco hablo a menudo del tema pero lo respeta.

Ahora ya tengo toda la equipación, como si de un jugador de fútbol se tratara: sujetadores, medias, vestidos, pantalones, zapatos...Poco a poco he ido llenando una maleta exclusivamente para "mis cosas".

Cuando me enteré de Dafni Girls pegué un saltó de alegría, porqué sólo me faltaba una peluca y un buen maquillaje.

En cuando pueda iré segurísimo.¡Qué ganas tengo!

Judith.

“Y lo maravilloso que es compartir con tod@s tus sentimientos desde pequeño, donde seguro que muchas personas sintieron y vivieron situaciones y sentires parecidos. Gracias po
r contarnos sobre tu bonito lado femenino, te esperamos muy pronto.”

Comentarios

  1. Está precioso es lo que nos ha pasado a casi todas o todas. Hoy me han venido unas botas como las de mi madre las primeras que puse. Besos corazónes

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    1. Es verdad, muchas vivís situaciones parecidas. Mil besitos.

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