miércoles, 16 de julio de 2014

EL CAMBIO HACIA UNA NUEVA VIDA

"MI VIDA" De Isabel Riembau

La historia de hoy la titulo como la misma palabra, única e irrepetible.
Si tienes unos minutos y te gusta aprender, llénate de sensaciones y saborea todos los cambios que la vida te da la oportunidad de vivir, en este conmovedor relato que adjunto a continuación.
Ese sueño, esa luz que llegamos a verla tan lejos y sin darnos cuenta ya esta aquí, a tu alcance. Solo hay que empezar y abrir este nuevo y precioso camino, que queda por recorrer. 

"Durante mi infancia el género era para mí lo mismo que el rol. O sea para mi jugar al fútbol era ser niño y jugar a muñecas era ser niña. Por tanto yo tendría que ser un niño. Recuerdo que mis padres me marcaban mucho con este tema. -Las niñas hacen esto y los niños esto otro… y tú tienes que hacer lo que hacen los niños…Siempre tuve la sensación que me marcaban mucho más que a mis hermanos.

                                                 

Mis padres tenían una tienda de ropa infantil, y me utilizaban de modelo tanto para probarme ropa de niño como de niña. Normalmente me probaban los vestidos sólo por encima, pero había veces que me hacían entrar en el probador a cambiarme entera, y entonces tenía ocasión de mirarme en el espejo para ver cómo me quedaban.

Me debía gustar, ya que no tardé en empezar a probarme yo misma la ropa a escondidas. De alguna manera sabía que todo aquello debía ser un secreto. Tuve varios escondrijos repartidos por toda la casa y la tienda. Al principio lo hacía ocasionalmente, pero hacia los 10-12 años ya lo hacía durante varios días seguidos.

No estoy segura de qué me impulsaba a vestirme. Me sentía fascinada cuando vestían los maniquís de niña con los mejores vestidos.- ¿Cómo sería llevarlos puestos? - Recuerdo las fotografías de las modelos... yo quería ser como ellas... También recuerdo sentir admiración y envidia hacia alguna de las niñas de mi clase. Visto desde ahora me parece increíble que después de esto saliera disparada a jugar al fútbol con mis amigos como si nada...




¿Cómo terminó mi etapa de travestí infantil?
Pues fue mi abuela quién encontró la ropa de mujer que tenía guardada en un cajón de mi habitación. A la pobre casi le da un ataque, pero se lo dijo a mis padres, a quienes les faltó tiempo para someterme a un interrogatorio de tercer grado en el que básicamente me preguntaron si yo era maricón. Puse excusas ridículas para salir del paso. Mis padres hicieron ver que se lo creían...También recuerdo una vez que me puse colonia para peinarme, y nada más entrar en el comedor mi padre me pilló por banda, y me abroncó: qué a donde iba de esa manera que parecía un maricón, que sólo se ponían colonia los maricones...En fin, estos episodios los recuerdo como una de las humillaciones mayores de mi vida, a partir de entonces me juré a mi misma comenzar una cruzada para convertirme en un hombre de verdad.
¿Cómo intenté construir mi masculinidad? Yo quería ser un hombre normal. Lo más fácil hubiera sido reproducir la masculinidad familiar, pero no me identificaba para nada con ese tipo de masculinidad, lo que encima me hacía sentir culpable.
Despreciaba la masculinidad hegemónica, con lo que tuve que buscar un grupo de amigos que construyera una masculinidad alternativa, Neo-hippies, no agresivos, entre los que me encuentro a gusto. Pero comencé a sentir admiración creciente que luego se transformaría en envidia hacia el mundo femenino.
Los cambios físicos en la pubertad fueron inesperados y difíciles de aceptar (voz grave, nuez, vello el cuerpo). Pero al final me acabé resignándome.

Y empezó allí mi confusión entre identidad y orientación sexual: ¿Me gustan las chicas o quiero ser como ellas?¿No me gustan los chicos, o son cosas de mí que no me gustan lo que veo en ellos? No entendía que a los demás chicos no les pasase. Empezaron a crecer las dudas sobre si era homosexual.

Como se puede apreciar de mi paso de la adolescencia a la edad adulta: Mucha energía gastada en cosas inútiles:
·         Confusiones de adolescencia no resuelta.
·         Complejo de víctima.
·         Tendencia a evitar problemas en lugar de enfrentarse a ellos.
·         Transfobia y homofobia internalizada.
·         Deseos y fantasías de feminización crecientes.

Me trasladé a vivir a la ciudad. Por un lado me independizo, pero por otro me aíslo y soy una persona solitaria. Soy consciente de que no me es fácil hacer amistades, y mucho menos conservarlas. De hecho no conservo ninguna amistad de mi etapa que va de los 15 a los 35 años.

Mientras tanto, ¿Cómo intentaba suprimir mi feminidad?
·         Negación de la evidencia: Cada vez que me volvía a vestir, lanzaba corriendo la ropa en el primer container  “Esto no ha pasado nunca...”, “Que sea la última vez…”-.
·         Mi pasatiempo favorito era identificarme con mujeres en películas y libros, fantasear con ser mujer, etc…pero sin trasladarlo a la vida real. Durante un tiempo con esto tuve bastante.
·         Encontrar distracciones en las que mantenerme ocupada: Estudios universitarios, un máster, idiomas, viajes, trabajo...qualquier cosa que desviara mi atención.
·         Intentos de masculinización. Dejarse barba, ir al gimnasio...

En resumen, vivía como un autómata, como si estuviera viviendo la vida de otra persona, estaba completamente desconectada de mis emociones y mis sentimientos.

¿Como empiezo a remontar?
Más adelante aceptar mi homosexualidad y mi transgenerismo me ayuda a tomar conciencia de que nada está determinado al 100%. La influencia de los otros, los miedos, el pasado, todo esto es relativo. Asumo el hecho de que soy la principal responsable de mi vida y tomo consciencia de que lo más importante es la actitud que una tiene ante la vida. Aún así todavía quiero pasar y hacer vida de hombre, lo que indica que no he superado ni los miedos ni mi propia transfobia.

Evoluciono cada vez más: Recupero con plena conciencia el hecho de vestirme de mujer, y más importante, lo empiezo a socializar con otr@s como yo, empiezo a ir a reuniones trans y a participar en eventos. Paralelamente empiezo a ir periódicamente a visitar una psicóloga. En pocos meses experimento un gran cambio y un aumento de la energía y la autoestima. Poco a poco me voy dando cuenta de que mis miedos son los mismos de cuando tenía 12-13 años, y que esto es ridículo. Así  supero mi propia transfobia y me acepto como soy: mujer transexual. Comienzo a informar a amigos y familiares.



¿Cuál es la relación con mi cuerpo?
Intento reconciliarme con él, o mejor dicho, con algunas partes de él. Junto al proceso, también me he reconciliado un poco con el espejo y la cámara de fotos - 20 años sin fotografías y sin mirarse son muchos – ¿Algún punto negativo? Antiguos odios que creía muertos y enterrados han resucitado. Son complicados de manejar, pero ya soy una niña mayor y encontraré la manera de hacerlo.

¿Cuál es mi relación con los demás?
Yo no esperaba que cambiara tanto, pero sí que cambia.
Entre amig@s que lo saben noto que con las mujeres se abren espacios y aparecen nuevas conexiones y complicidades, mientras que con los hombres crece la distancia y el respeto.

Sería mentir si dijera que no me importa lo que piense la gente, pero también es verdad que no le doy tanta importancia como antes y eso es una suerte, porque si tuviera que dar importancia a las miradas de rechazo que me han llegado a dirigir cuando voy vestida de mujer no sería capaz ni de salir a la calle. Pienso que mi presencia desmonta el sistema de creencias sobre el que algunas personas han edificado su vida, y claro, a nadie le gusta que le pase esto. Esto, o que algo ven en mi que les despierta algo en su interior.... Aún así no me quejo, la gran mayoría lleva su chip en la cabeza y no te hace ni caso, quizás alguna mirada de sorpresa, de vez en cuando...

 Contacto con otras personas trans:
Me ha ayudado muchísimo, entre otras cosas a:

·         Conocer referentes. Muy importante.
·         Encontrar una tribu a la que pertenecer.
·         Ayudarte a situarte dentro del abanico trans de géneros e identidades.
·         Ayudarte a adquirir lenguaje para poderte explicar a ti misma y empezar a construirte.

No voy a entrar en cambios corporales, ya que existen muchos ejemplos en la web, sin embargo si me gustaría comentar algo que para mi es igual de importante que la construcción del cuerpo:  La construcción del discurso: Es fundamental para explicarse a una misma, coger fuerza y confianza. La mayoría de las personas heterosexuales no necesitan explicarse a sí mismas, pero para nosotr@s es necesario construir un discurso que nos explique como hemos llegado hasta donde hemos llegado. ¿Qué es ser mujer o hombre? ¿Soy una mujer encerrada en un cuerpo de hombre? Siempre he odiado esta última frase ¿Cómo se puede llegar a saber que las mujeres y los hombres somos diferentes? El feminismo y el transfeminismo han sido básicos para mi. Estas son algunas de las ideas que me han influido:

·         Igualdad de géneros.
·         Género como construcción social.
·         No se nace mujer, se llega a serlo.
·         Ser una mujer es un camino, no una meta.

¿Dónde estoy ahora? 
Vivo una vida a medias entre hombre y mujer. Me siento mujer, y al mismo tiempo tengo la sensación de que este sentimiento va evolucionando y consolidando. Al principio tenía más que ver con el deseo de ser una mujer. Ahora que comparto algunos espacios con otras mujeres y me identifican cada vez más como una mujer, noto que estoy cambiando de perspectiva sobre las cosas.


Y por acabar, quiero destacar otra de las cosas que es curioso notar: La pérdida de privilegios.

·         Son aquellas cosas de las que habías disfrutado siempre, pero ni te habías enterado. Lo empiezas a percibir poco a poco, a medida que la gente asimila y te clasifica según sus patrones.
·         Cuando una decide comenzar a transitar lo primero que piensa es que pasará a ser mujer, pero no es exactamente así lo que acaba ocurriendo. Lo que acaba ocurriendo es que pasas a ser mujer transexual.
·         Muy a menudo no encajo en los modelos de feminidad y los otros se creen con el privilegio de hacérmelo saber. Antes recibía comentarios de hombre afeminado, y ahora resulta soy marimacho.


Y hasta aquí mi relato. Escribirlo ha sido como volver a vivirlo y espero que os haya gustado y os sea de ayuda."


Gracias Isabel Riembau por abrir tu ser y compartirlo aquí en el blog. 
Me complace enormemente publicar este y todos los relatos que hacen de este espacio algo único y sorprendente!
  

1 comentario:

  1. Me gusto mucho tu historia me siento identificada contigo muchas gracias

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