Revelando a Sonia: Un Secreto, Un Amor, Una Verdad
“¿Cuándo me contarás qué es eso que haces en Madrid?” Esas palabras me persiguieron durante los primeros tres meses de citas. La escuchaba preguntármelo una y otra vez, siempre con una sonrisa, con esa mezcla de ternura e intriga en la mirada. Al principio, pensé que podía esquivar la respuesta un tiempo, que podía limitarme a mencionar, en tono casual, que viajaba a Madrid para "hacer algo diferente", algo que a cualquiera le sonaría llamativo. Quería mantener la ligera expectación y dejar que el misterio se fundiera con nuestra atracción inicial. Pero, al final, creo que estaba buscando la forma de abrirme a ella, aunque fuera poco a poco, preparándome para el momento en que tendría que decirle la verdad: que era CD.
Conocí a mi pareja hace dos años, en diciembre de 2022. Desde el principio, supe que debía ser sincero; quería que esta relación empezara con honestidad, sin velos ni mentiras. Mi deseo era contarle quién soy y cómo me siento, aunque eso significara perderla. Porque ser CD tiene esas cosas. Cada vez que miraba su sonrisa, sus ojos llenos de cariño, me decía a mí mismo que debía ser claro, que, si esto no tenía que ser, entonces quizá el destino nos tenía otros planes. Pero esa decisión nunca es sencilla, y las sombras de mi pasado seguían acechando en silencio, recordándome lo que pasó la última vez que fui honesto. Desde entonces, me atormenta la duda de si alguien podrá aceptarme como soy, o si mi realidad seguirá siendo una barrera insalvable.
Un día, finalmente tomé la iniciativa y se lo conté. Aquel momento fue una mezcla intensa de valentía e incertidumbre; cada palabra que salía de mi boca llevaba el peso de mis miedos, pero también de una esperanza tímida de ser entendido. Respiré profundo, sintiendo que mi voz temblaba mientras le hablaba, pero al mismo tiempo, experimenté un extraño alivio, como si al fin estuviera soltando una carga que llevaba demasiado tiempo en silencio.
Para mi sorpresa, su respuesta fue genuinamente positiva. Escuchó con atención, su rostro reflejando una curiosidad sincera, una intriga que no tenía nada de juicio ni rechazo. Era un tema completamente desconocido para ella, pero no dudó en pedirme que le contara más. Incluso le mostré algunas fotos del estudio, como la que acompaña este post. Miraba cada imagen con la misma mezcla de respeto y ternura que me había mostrado desde el primer día, y algo en mí empezó a relajarse, a creer que quizá, esta vez, todo sería diferente.
Su abrazo fue cálido y sincero, en su gesto había una aceptación sin condiciones, un respeto que nunca había sentido antes. En ese instante, mientras sentía su abrazo y sus palabras de apoyo, comprendí lo que significaba estar con alguien que, a pesar de la novedad, me aceptaba tal como soy. Aquella mezcla de comprensión y naturalidad me quitó un peso que ya creía parte de mí. Me sentí, al fin, libre de mi propio secreto.
Desde entonces, los meses siguientes se llenaron de momentos, preguntas y conversaciones sinceras. Ella tenía un mundo de curiosidad y, aunque sus preguntas a veces tocaban temas sensibles, cada una de ellas estaba llena de respeto. Poco a poco, fuimos abordando sus dudas, cada una de ellas una invitación a conocerme mejor. Me preguntaba cosas como: “¿Qué sientes cuando lo haces?”, “¿Esto afecta también a tu sexualidad?” o “¿Tienes nombre de chica?”, “¿Ella y yo también somos pareja?” Con cada respuesta, cada momento compartido y cada confesión, fuimos construyendo una base sólida, un espacio seguro donde podía mostrarme sin miedo.
En 2023, volví a Madrid para reunirme con algunas de mis amigas CDs. Para mi sorpresa, ella quiso acompañarme; la idea de pasar un fin de semana juntos y brindarme su apoyo le hacía tanta ilusión como a mí. También aprovechó para ver a una amiga suya que vivía en Madrid, lo que nos permitió equilibrar el tiempo entre nuestras actividades.
La experiencia fue maravillosa, y su presencia me dio una serenidad inesperada. Aunque me apoyaba completamente, aún no me atreví a compartir con ella mi transformación en persona. Era algo demasiado íntimo; una cosa era hablar de ello o mostrarle una imagen, y otra muy distinta era permitirle verlo de cerca. No quería apresurarme ni imponerle un proceso para el que quizás aún no estaba lista. Sentí que, al tomar esta decisión, estaba respetando no solo mis propios límites, sino también los de ella. Y, aunque parte de mí anhelaba dar ese paso, sabía que debía esperar el momento adecuado.
2024 trajo consigo una relación más estable y me abrió una perspectiva nueva. Sentía esa calma de no tener secretos entre nosotros, y en algún momento incluso probamos a compartir algo de crossdressing en casa, en la intimidad. No fue una gran transformación, pero sí suficiente para sentirme comprendido. Esa paz, esa armonía, me hizo pensar en dejar de lado, al menos por un tiempo, mis viajes a Madrid. Me sentía feliz.
A mediados de año, una pregunta inesperada me hizo detenerme: “¿Este año no vas a Madrid? Podría ir contigo y conocer a Sonia”. ¿Había llegado el momento de dar ese paso? Mostrarle esa parte de mí implicaba riesgos: ¿qué pasaría si no me reconocía al ver a Sonia? ¿Si su imagen de mí cambiaba? Incluso temía que llegara a pensar que mi identidad como hombre se viera afectada por lo que hacía. A pesar de todo, confié en esa conexión que habíamos construido desde el primer día, y juntos decidimos que ella me acompañaría.
Recuerdo cada instante de aquel día en Madrid. Nos despedimos en el Airbnb, y me dirigí al estudio para comenzar la transformación, sabiendo que en poco tiempo ella llegaría para conocer a Sonia. Eran minutos de expectativa y nervios, pero también de disfrute; compartí con Paula (Dafni angel) nuestro plan, haciéndola partícipe de lo que, para mí, era un momento único.
Cuando escuché su voz al entrar al estudio de Dafni, mi corazón latía rápido. Sabía que solo una puerta nos separaba, y en ese instante el tiempo pareció detenerse. Cuando la vi cruzar el umbral, sonriente, observando cada detalle y reconociendo a Sonia en esa nueva forma, sentí una paz indescriptible. Su expresión reflejaba curiosidad y cariño, y cualquier temor que había tenido se desvaneció en ese momento.
Pasamos el resto del día juntas: comimos en un restaurante, paseamos por Madrid y más tarde cenamos con otras chicas CD maravillosas en una cena muy especial. A lo largo de la experiencia, ella empezó a notar que Sonia, en su máxima expresión, tenía un alma propia, que de algún modo se apartaba de mi versión masculina. No fue algo negativo, pero sí despertó en ella una curiosidad nueva, porque entendió que para mí el crossdressing no era solo un cambio exterior, sino una expresión profunda de quién soy.
Aquel día marcó una nueva etapa, un logro en este camino que he podido compartir con ella, y por eso me siento inmensamente agradecido.
A lo largo de esta experiencia, he comprendido que todo esto es un proceso continuo, un aprendizaje constante. No se trata solo de un momento o una decisión, sino de ir construyendo una confianza y una complicidad que permiten que ambas partes de mi vida puedan coexistir. Claro que hay desafíos y momentos de incertidumbre, pero creo que, con el tiempo, la comunicación abierta y el cariño sincero, es posible encontrar un equilibrio donde mi identidad y nuestra relación crezcan juntas. Cada conversación y cada paso que hemos dado refuerzan mi esperanza de que es posible vivir plenamente y compartir lo que soy sin renunciar a lo que tenemos.
Hoy, al recordar aquel día en Madrid, sé que el verdadero viaje no fue solo mostrarle a Sonia a mi pareja, sino permitirme a mí mismo la posibilidad de ser visto completamente, sin temor. Esa experiencia fue un recordatorio de lo lejos que podemos llegar cuando dejamos atrás las dudas y los fantasmas del pasado, y confiamos en las personas que amamos.
Para quienes aún guardan secretos como el mío, los animo a confiar en que, aunque abrirse implique riesgo, también es la única forma de encontrar apoyo genuino. Allí afuera hay personas capaces de vernos y aceptarnos en nuestra autenticidad. No estamos sol@s.
"Sonia, te adoramos. Al igual que tu pareja, cualquier persona debería ver eso. Mil gracias por contar tu historia y ojalá todas nuestras chicas se sintieran así de comprendidas."
Que belleza tu relato Sonia! Eres una verdadera valiente y te admiro por ello, a la vez que me encanta que te sientas tan feliz y unida a tu pareja en todas tus facetas. Además me alegra que se haya dado la suerte de poder compartir contigo un poco de uno de esos días maravillosos que relatas en tu texto.
ResponderEliminarEnhorabuena preciosa, y que sigas encontrándote en ese camino hacia la felicidad...
¡Qué mensaje tan lleno de cariño y admiración, Jessika! Sonia seguramente se sentirá muy emocionada al leer tus palabras, ya que expresan apoyo y alegría genuinos por su camino y su conexión con su pareja. Es hermoso ver cómo se celebran las experiencias compartidas y los pasos hacia la felicidad.
EliminarEstamos seguras de que tu mensaje será un gran recordatorio para Sonia y para muchas otras de lo importante que es encontrar fuerza y amor en cada etapa del camino. ¡Enhorabuena a ti también, amor, por ser parte de esta familia tan especial y por ser una verdadera hermana! ¡Os adoramos a las dos!
Ahora la emocionada soy yo con esas palabras tan lindas que me han escrito... ¡Muchas gracias por ser tan especiales con nosotras!
EliminarHermoso todo.
ResponderEliminarSonia sabés que siempre te deseo lo mejor.
Sos una personita maravillosa.
Besos Princesa
🐺🌹
¡Qué dulce y cálido mensaje, amor! Sonia seguramente se sentirá muy especial al leerlo porque esos deseos llenos de amor y cercanía son los que hacen que las conexiones sean únicas y profundas. ¡Besos para ti también, y que sigan brillando esas lindas palabras que inspiran y abrazan!
EliminarQue suerte tienes Sonia. Yo como otras no tenemos tanta suerte después de una vida entera casado . No se puede tirar por la borda
ResponderEliminarEntendemos perfectamente cómo te sientes, y queremos que sepas que tus emociones son válidas y que no estás sola. Cada historia es única, y aunque no todas las circunstancias nos permiten vivir plenamente nuestra verdad desde el principio, eso no disminuye el valor de lo que llevas dentro.
EliminarEs natural sentirte atrapada entre el amor y las responsabilidades hacia tu vida actual y el deseo de explorar quién eres. No es fácil "tirar por la borda" una vida construida con tanto esfuerzo y compromiso. Sin embargo, pequeños pasos pueden ayudarte a sentirte más en paz contigo misma, como buscar espacios de apoyo, hablar con personas en situaciones similares, o incluso tomarte momentos para conectarte con tu esencia sin presiones externas.
Tu camino puede ser distinto al de Sonia, pero eso no significa que no puedas encontrar felicidad y aceptación a tu manera. Te mandamos un abrazo enorme y mucha fuerza para seguir adelante.
Hola desde México!
ResponderEliminarLeo tu historia y de verdad que transmites algo que no se explicar, me identifico con ciertos aspectos de tu situación, soy la Esposa de Becca y estamos planeando salir a la Ciudad a Pasear juntas por primera vez, veo tu sincero Amor y agradecimiento a tu pareja y creo que nosotras como esposas o por lo menos yo, agradezco tanto esa sinceridad y el deseo de compartir un mundo tan maravilloso donde podemos como dices tú Genuinamente sentir cosas que jamás imaginamos. Ojalá pronto les podamos contar como fue nuestra primera experiencia saliendo a pasear por la Ciudad.
¡Qué emoción leer tu mensaje lleno de amor y entusiasmo, cariño! Es increíble que estés planeando una salida tan especial junto a Becca. Seguro será un momento inolvidable para ambas. La complicidad y el apoyo mutuo que tenéis es algo precioso, y es un gran ejemplo de cómo el amor sincero y el entendimiento pueden crear experiencias transformadoras y llenas de felicidad.
EliminarTienes toda la razón: este "mundo" es mágico y nos permite descubrir emociones que nunca imaginamos. Estamos seguras de que vuestra primera salida juntas será una aventura maravillosa, llena de risas, conexión y nuevos recuerdos. ¡No olvides compartirnos cómo os fue! Aquí estaremos para celebrar con vosotras y seguir apoyando vuestro camino.
Os mandamos un fuerte abrazo a ambas y os deseamos la mejor de las experiencias en esta nueva etapa.